Estos últimos meses había dejado la miel y los huevos a un lado a la hora de preparar dulces, ensayando y probando nuevas recetas de repostería vegana. Había decidido utilizar ingredientes de origen animal solo cuando fueran realmente imprescindibles, cuando no hubiera una alternativa viable. Por este motivo, este delicioso pastel de chirivía con frosting de coco, piel de naranja y avellanas tostadas había quedado en el tintero esperando su momento. Pero este finalmente ha llegado, porque no veo mejor ocasión para compartir esta increíble receta.
Y es que estos últimos días he oído más de una vez la misma pregunta: ¿Qué es eso de la chirivía? Porque aunque cueste creerlo, esta raíz que se emplea como hortaliza es una gran desconocida en nuestro país. Muy común en la preparación de caldo casero, mucha gente ignora todas sus posibilidades en la cocina. En cremas, guisos o asados la chirivía aporta un toque anisado que convierte cualquier propuesta en una delicia.
De la misma familia que la zanahoria, esta raíz nos aporta vitaminas del grupo B, C, E y K, y minerales como el potasio, magnesio, fósforo, calcio, sodio, selenio y zinc. Todo un arsenal de beneficios que, sumados a su exquisito sabor, no nos podemos perder.
En casa hace tiempo que utilizamos la chirivía en platos salados pero, como ya sabéis, me encanta preparar dulces con hortalizas o raíces. Un buen ejemplo son mi Carrot Cake sin lácteos o el sorprendente Brownie de boniato. Por eso, cuando hace algún tiempo descubrí esta receta de pastel de chirivía de los bloggeros suecos de Green Kitchen Stories, no pude dejar de probarla. ¡Y me alucinó!
Aunque la versión original fue pensada como postre navideño, sus ingredientes de temporada la convierten en un dulce perfecto para todo el invierno. Así que, aprovechando que las temperaturas siguen cayendo, os propongo un plan infalible: hornear este pastel de chirivía y saborearlo con una buena taza de té.
Pastel de chirivía con frosting de coco, piel de naranja y almendras tostadas
Ingredientes
Para el pastel:
- 120 gr de harina de espelta integral
- 90 gr de harina de almendras
- 2 cc de levadura
- 1 cc de canela
- 1/2 cc de jengibre en polvo
- 300 gr de chirivía rallada 2 chirivías grandes
- 180 ml de aceite de oliva suave
- 120 ml de miel cruda orgánica
- 4 huevos orgánicos
Para el frosting:
- 1 lata de leche de coco
- 1 cs de miel cruda orgánica
- Zumo y piel de media naranja
- Puñado de avellanas tostadas
Elaboración paso a paso
Para el pastel:
- Pela, lava y ralla las chirivías. Si prefieres no encontrar restos de chirivía en el pastel, rállalas bien finas. Si te gusta notar su textura, puedes dejarlas más gruesas. Resérvalas.
- Precalienta el horno a 175 grados.
- Mezcla las harinas, la levadura y las especias en un bol pequeño y reserva.
- En un bol más grande bate los huevos hasta conseguir una textura espumosa y de color amarillento.
- Añade la miel y el aceite de oliva y sigue batiendo para que se integren.
- Agrega la chirivía rallada y la piel de una naranja y mezcla con la ayuda de una espátula de silicona. Hazlo con movimientos suaves para no eliminar el aire que has añadido batiendo los huevos.
- Incorpora las harinas y mezcla de nuevo.
- Unta un molde redondo con aceite de coco o aceite de oliva y vierte la masa del pastel.
- Hornéalo durante 45-50 minutos y comprueba que está listo con la ayuda de un cuchillo.
Para el frosting:
- La noche antes, coloca en la nevera y bocabajo la lata de leche de coco. El objetivo es separar la parte más densa de la más líquida, ya que para el frosting sólo utilizaremos la primera. Al día siguiente, abre la lata y retira la parte densa con la ayuda de una cuchara.
- Colócala en un bol y bátela con la ayuda de unas varillas. Al principio puede costarte un poco, pero sigue para conseguir una textura cremosa y uniforme.
- Cuando lleves 3 minutos (aprox) batiendo, añade la miel y sigue mezclando.
- Añade el zumo de media naranja poco a poco, batiendo para que se puede integrar en la mezcla progresivamente.
- Cuando esté listo, déjalo reposar en la nevera 20 minutos para que coja consistencia.
- Cuando el pastel esté listo, déjalo enfriar unos 20 minutos y cúbrelo con el frosting. Espárcelo con la ayuda de una espátula de silicona.
- Decora el pastel con avellanas tostadas peladas y partidas por la mitad y con piel de naranja recién rallada.
Notas de la Receta
Consérvalo en la nevera para que el frosting se mantenga firme. No todas las marcas de leche de coco tienen diferenciadas la parte más densa y la más líquida. La que utilizo habitualmente es la de supermercados Veritas.